jueves, 10 de diciembre de 2015


Le faltaba distracción, le faltaba darse cuenta de que había pequeños recesos que podía darse el lujo de tomarse, ver que había más al frente y menos atrás.
Se dio cuenta que dejarse de lado no la salvaría y que el modo para volver a sí era notar que seguía ahí, existiendo, y hacer algo al respecto consigo misma.
No hay nadie que sea indispensable para hacer lo que te gusta, para abrir los ojos, para buscar lo que te agrada y usarlo de la manera apropiada, para volver a tus gustos, para seguir realizando las cosas que te producen placer, para abrir tu mente y dejar salir lo que la llena. Para mostrar que sigues aquí, y que te queda bastante tiempo antes de marcharte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario